30-9-25 por SM- Mejoran los cultivos. Empeoran los anegados. Exportan más carne. La soja “pinta” mejor. Dólar más tranquilo. Deforestación también “aporta”.
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Y de golpe el vértigo
Casi como un tsunami transcurrió la semana pasada, levantando una polvareda que aún no se aplaca. Es que la repentina baja de las retenciones a 0% (sincero por ciento!!), después del estupor y la incredulidad, generó miles de especulaciones, que luego se multiplicaron cuando, tan abruptamente como se disminuyeron, se logró cumplir (en menos de 48 hs) el cupo de U$S 7.000 millones que había impuesto el gobierno, y el controvertido gravamen volvió a su nivel anterior el mismo miércoles pasado.
Como todo en la Argentina, el asunto generó una nueva grieta, que se dividió entre los que cuestionaban aspectos agropecuarios, y los que se cernían fuertemente a lo político; y en ambos casos, hubo (y hay), posiciones a favor y en contra. Lo concreto es que transcurrida apenas una semana, el dólar bajó alrededor de $ 200 (el Banco Central volvió a comprar para sostenerlo arriba de $ 1.400), y el Gobierno, a partir de una martingala un tanto desprolija, consiguió un adelanto adicional de U$S 7.000 millones para afrontar cualquier nueva sacudida, que se suman a los U$S 32.000 millones que toda la agroindustria ya había ingresado por exportaciones hasta agosto inclusive, según consignó el CAA (Consejo Agroindustrial Argentino).
Se sabe, además, que el mercado granarío, que ya venía invertido desde hace tiempo (por encima de la paridad que mostraba Chicago), va a lograr un sostén adicional durante varias semanas, que deberá administrar con el efecto internacional bajista de las grandes cosechas, como la de EE.UU., y las buenas perspectivas que trae Brasil. De hecho, el arranque de esta semana, con bajas para el maíz y la soja en Chicago, volvió a mostrar subas locales
También se va verificando cierto derrame en áreas de servicios, impositivas, y entre los proveedores de maquinarias e insumos que se va a intensificar a medida que se vayan efectivizando los pagos por cerca de U$S 4.000 millones que se habrían vendido en mercadería “disponible” (y no solo soja, sino también cebada, maíz, algo de trigo, etc.).ya que se estima que el resto fue en “futuros”.
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La soja quedó en el medio
Lo inesperado de la movida, que se anunció a primera hora del lunes pasado, impactó de pleno en un programa de visita, justamente, a los puertos de embarque del Gran Rosario (uno de los nodos exportadores más grande del mundo, con 30 sitios y un movimiento de 66 millones de tn vs 70 millones en el Golfo de México), y que había sido organizado por Fertilizar , y también en la Jornada Anual de AcSoja en la Bolsa de Comercio de Rosario, una de las pocas asociaciones que no apela a mega encuentros con cantidad de sponsors pero que, esta vez, logró cosechar la máxima difusión con la presencia del equipo de Economía que fue a “explicar” allí los alcances, mientras los mercados (y los celulares) ya ardían con pedidos y cotizaciones.
En el primer caso, se pudo observar la intensa actividad de carga de grandes graneleros, especialmente con soja y sus subproductos, aunque también había uno cargando trigo, mientras en otros dos puertos se descargaba fertilizantes: uno de Profertil, y otro de TFA (ex-Mosaic). La infrecuente visión desde el río dio una vista de la magnitud de las obras y del movimiento que representa cada cosecha que, además, genera una extracción de nutrientes de 3,5 millones de toneladas de nutrientes “que se va en los barcos”, mientras que en Argentina se repone apenas 1,4 millón.
De hecho, Argentina tiene un balance de fósforo (P) negativo, mientras que en Brasil y EE.UU., los principales competidores, es positivo.
A su vez, la soja (el cultivo más extractivo), con una cosecha de alrededor de 50 millones de tn “exporta” 1,7 millón de tn de nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio y azufre – NPKS), y esto impacta tanto en los volúmenes a cosechar, como en la calidad de los granos.
Fertilizar, de todos modos, se mostró confiada en que en esta campaña se registre un nuevo crecimiento en la utilización que rondaría un 4%-5% aproximándose, otra vez, a los 5 millones de tn de fertilizantes, muy lejos aún de lo óptimo e, incluso, del récord de 5,6 millones de tn de la campaña 21/22.
Por su parte, para Roldolfo Rossi, titular de AcSoja, el cultivo puede registrar cierta recuperación este año, que revierta la tendencia bajista, a alrededor de 50 millones de toneladas.
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Cero para la carne
Dentro del tembladeral que se generó, las carnes (vacuna y aviar) habían quedado fuera del beneficio de retenciones “cero” debido al apuro oficial en sacar la norma. La cuestión se subsanó luego, agregándolas a la lista, pero tampoco sirvió hasta que, finalmente, recibieron una excepción en la condición, hasta ahí excluyente, de los U$S 7.000 millones, que les permitirá seguir hasta fin de mes, aunque ya se hubieran conseguido los ingresos que requería el Estado.
Según el titular de ABC, la cámara que nuclea a los frigoríficos exportadores, Mario Ravettino, la limitante que tenían era el esquema de exportaciones de la carne vacuna. “El problema es (que el Gobierno impuso) que hay que hacer la liquidación de la operación en tres días y, generalmente, la industria vende a plazo, como en China donde se cobra 30% de anticipo, y el 70% restante recién cuando llega la mercadería, que son 60 días promedio, lo que imposibilita el ingreso de las divisas en 3 días”.
Para Ravettino, la forma de saldar el inconveniente es a partir de las “prefinanciaciones”, que puedan suplantar la operatoria comercial (dependiendo del costo) de los plazos habituales del negocio de exportación frigorífico. También reconoció que si el sector contara con un mercado de futuros como el de los granos, sería “un complemento excepcional”. Hay que recordar que en el país fracasaron, hasta ahora, los tres intentos que hubo para desarrollar un mercado de este tipo.
El dirigente industrial también se mostró optimista respecto al acuerdo bilateral que hay con EE.UU. donde se solicitan mejoras en la exportación a ese destino (tanto en volumen como en aranceles). “Entendemos que está próximo a firmarse, mientras que China sigue siendo nuestro gran cliente, y confiamos en tener muy pronto firmado el Protocolo de Menudencias, que sería un gran aliciente”, sostuvo.
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El clima también “sorprende”
Mientras muchos seguían desbrozando lo ocurrido, y las consecuencias que pueden tener, otros especulaban con la capacidad de almacenamiento que se está generando para esta campaña a partir del adelantamiento de las ventas, pero también por la inesperada suspensión (por otro año), del certificado de Deforestación que la Unión Europea comenzaría a exigir el 1-1-26, y que ahora pasaría a enero del ´27.
Según algunos operadores, ya había mercadería certificada y otra con pedido de reserva para un almacenamiento que debe estar absolutamente separado del resto de los granos, igual que el transporte, bodegas, etc. Ahora, ante la suspensión, muchos de esos volúmenes se aprovechó para exportar con el beneficio “extra”, o que entre al circuito comercial, pero queda liberado el almacenamiento para granos en general.
En todo caso, más de uno, especialmente de los que aprovechó la suba transitoria, ya se está reservando para “aguantar” la nueva cosecha convencidos de que no es improbable que, al igual que en junio pasado, dentro de unos meses se de otro recorte a las retenciones.
Mientras tanto, el clima volvió a descargar agua durante el fin de semana, en buena parte del territorio, aunque los principales daños fueron en las localidades en las que se produjeron mangas de granizo, y en el centro y norte bonaerense donde ya los suelos están saturados.
Un problema adicional lo provocaron los muy fuertes vientos, que tuvieron mucha incidencia en Cuyo.