El Diario de...

Susana Merlo

Una mirada distinta de la Agroindustria

8-12-24 (por Susana Merlo, especial para Más Producción de La Mañana de Neuquen)

Finalmente Pazo quedará en el Gabinete de Economía. El funcionario se fue, con críticas, como enlace con el sector del campo.

Mientras todavía no terminaba de decantar la sorpresiva noticia de la “salida” de Juan Pazo de la Secretaria de Coordinación de la Producción hacia la Cancillería, como se había anunciado el miércoles a la tarde, el sábado el aparentemente “dúctil” funcionario desembarcaba, siempre según el vocero Manuel Adorni, al frente de la nueva ARCA, sumatoria de ex AFIP y Aduana.

La novedad, justifica ahora el comentario de otro miembro del equipo que, “apretando filas” alrededor del trasladado aseguró “es tan bueno que todos lo quieren”, frase que no resultaba tan clara a mediados de la semana pasada. Después de todo, el abogado y hombre de “confianza” del Ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, no traía demasiada experiencia en la función pública, más allá de algún cargo de tercer o cuarto nivel en el área de seguros, y Director de la UIF durante la Administración Macri, y ahora en la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo a partir del 28 de diciembre pasado. Este área luego se fue consolidando, igual que el equipo de Caputo, y esa Secretaría se transformó en “coordinadora” de la Producción, aunque Pazo nunca llegó a “viceministro” como parecía ser su objetivo público (el vice de Caputo es José Luis Daza, hombre de muy bajo perfil).

Aparte de eso, en el sector privado, figura como tenedor del grueso accionario de un fondo de inversión en hacienda fundado en el 2020, del que declinó la presidencia en marzo pasado y, aunque le adjudican ser socio de Francisco De Narváez, en realidad, esa relación es de la empresa de su mujer, (la exitosa Delfina Helguera, una de las dueñas originales de Rapsodia, junto a Sol Acuña) grupo asociado, luego a un holding estadounidense, aunque es cierto que apareció también como CEO de ese entramado.

Sea como fuere, su “salida” trajo alivio a dos puntas en los sectores de la producción, como el agropecuario, donde respiraron aliviados con la salida de un funcionario que, además de recordar mucho a su antecesor Francisco “Pancho” Cabrera en épocas de Macri, no cosechó justamente simpatías en su camino de 11 meses en la función, y tampoco sabía lo suficiente de la problemática de cualquiera de las áreas específicas bajo su órbita. De ahí, que algunos de la línea reconocieran (en voz muy baja…) que “no se le conocen medidas de gestión, ni programas específicos”.

El beneplácito sectorial se vio potenciado por el nombramiento de su sucesor, Pablo Lavigne, quien había trabajado para el plan económico de Macri desde la Fundación Pensar, y luego quedaría en la Secretaría de Industria desde donde, a diferencia de su ahora ex Jefe, trabajaba con el Ministro Federico Sturzenegger en los programas específicos de desregulación de las actividades productivas. Además “de ser un tipo , muy agradable, educado, simpático, y muy sólido en lo técnico”, se comenta en el área.

El caso es que, por el otro lado, y aunque la noticia haya durado apenas tres días, la designación de Pazo, a la Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, bajo la órbita de Gerardo Werthein, levantó polvareda inmediatamente, dentro y fuera de “la Casa”, como llaman los diplomáticos de carrera al Palacio San Martín. Y no solo porque es uno de los cargos más complejo y con más poder del espectro público, sino por la cantidad de sospechas que generó. “¿Caputo se lo sacó de encima?”, “¿Werthein lo pidió?”, “¿es un ‘topo’ mandado por Economía a preparar alguna forma de avance?, eran algunas de las alternativas que se barajaban ante el desconcierto que generó el sorpresivo anuncio y recordando, además, que siempre hubo tiranteces entre Cancillería y Economía por el tema de Comercio Exterior que, aunque está en el sector diplomático, Domingo Cavallo se llevó a Economía en enero del ’91 cuando dejó la Cancillería para ser Ministro.

Esta teoría cerraba un tanto por el lado de la frase “vamos a trabajar de manera conjunta”, con la que Caputo anunció el pase de quién era su “hombre de confianza” en la gestión pero, ¿tanto como para deshacerse de un hombre clave de un equipo que tantos meses le costo construir?. También, la cantidad de viajes al exterior realizados por Pazo en los últimos meses (a Francia, a China, a Japón, etc.), abonaban esta sospecha.

Sin embargo, iban a transcurrir apenas 76 horas para que todo cambiara nuevamente, ya que se anunció que el ahora ex Secretario de Finanzas, Pablo Quirno, será quien pase a la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería (donde deberá lidiar, entre otros temas, con el improbable acuerdo Mercosur-Unión Europea), mientras que Pazo recala en la empoderada ARCA, que controla impuestos (DGI) y Aduana (DGA), con lo que el Ministro Caputo “perdió” dos espadas, pero amplió significativamente su rango de poder.

Por supuesto que con este esquema, el supuesto “alivio” que habían sentido los sectores productivos con el traslado de Pazo de Producción, se esfumó instantáneamente. Es que en el caso del campo, como Nerón, será Pazo quien tenga la potestad de poner el dedo para arriba, o para abajo, nada menos que la postergada eliminación de las retenciones.

Compartir: